Mientras el Counselling aporta el acompañamiento emocional y tratamiento del trauma a nivel profundo en las personas, así como el duelo y la terapia de lo obvio, el Mentoring está más enfocado en promover y expandir –cuando se trata de Counselling terapéutico– los recursos y potencialidades de la persona en el ámbito laboral.

Las dos disciplinas se complementan: en el plano más profundo y personal del desarrollo y autoconocimiento del cliente, comienza lo que determinará el éxito en la relación consigo mismo y con los demás. A partir de aquí, en el ámbito laboral, podemos coger nuestros puntos fuertes y ayudarnos a tomar consciencia de estos en base a nuestra personalidad y aquello que sencillamente nos hace feliz logrando el tan codiciado equilibrio emocional en el plano personal, familiar y laboral.

Se trata de una educación psicoemocional, de proporcionar herramientas para la propia regulación emocional y poder contribuir a que el estrés no sea una variable tan condicionante.

¿Para qué se usan?

El Counselling se utiliza para tomar consciencia de nosotros mismos y recibir acompañamiento y educación emocional.

El Mentoring nos ayuda a promover nuestra potencialidad, sea cual sea, y nos educa en habilidades sociales, de forma que nuestra imagen sea lo más estrecha posible a nuestro auténtico Yo.

¿A quién se dirige?

Estos conocimientos son aplicables a cualquier persona indiferentemente de sexo y edad a partir de los 12 años, que es cuando nuestra personalidad está básicamente formada.

¿Qué metodología siguen?

Counselling: en sesiones individuales en consulta privada o por vídeoconferencia. También en sesiones grupales, siempre que haya habido previamente sesiones individuales y se haya alcanzado la segunda o tercera fase del contrato terapéutico.

Mentoring: en sesiones individuales de forma integral y adecuadas a cada persona según su tipo de necesidad y objetivos en la consulta.